lunes, 4 de julio de 2016

Palacio de los Guzmanes

El Palacio de los Guzmanes es un edificio histórico de la ciudad de León, situado en la plaza de San Marcelo, muy cerca del Palacio de Botines. Es un edificio de estilo renacentista con elementos de estilo plateresco, inició en 1559 y se paraliza en 1572, quedando la obra inacabada.

Los Guzmanes eran una de las familias más influyentes de León. En 1360 se enfrentaron a Pedro I el Cruel y, tras ser sitiado D. Núñez de Guzmán, la familia fue desterrada. Un siglo después volvieron a su palacio en León. El edificio se construyó sobre un  palacio gótico mudéjar que pertenecía a la familia, para poder construirlo se tuvo que demoler parte de la muralla de la ciudad. Se mandó construir por D. Ramiro Núñez de Guzmán. Del diseño se encargó maestro Rodrigo Gil de Hontañón, que tenía mucho prestigio en la época, de la ejecución de la obra se encargó el maestro Juan Ribero de Rada.

A pesar de ser una obra no terminada se consideraba el palacio más destacado de la ciudad. Pero en el siglo XVII, tras haber quedado deshabitado, se deteriora. En 1963 es calificado como Monumento Histórico.


Palacio de los Guzmanes, en León.
Palacio de los Guzmanes. León. Castilla y León. España.

En el siglo XIX (año 1881) la Diputación Provincial de León compró el edificio. Ya en el siglo XX, se realizan varias reformas por parte del arquitecto Felipe Moreno Medrano (1974-1977), que termina el edificio. Actualmente es la sede de las oficinas de la Diputación.

El palacio tiene planta trapezoidal que rodea un patio interior y tiene torres en sus cuatro esquinas. Hay una fachada principal donde se conservan dos puertas del siglo XVI, con columnas jónicas a los lados sobre pedestales y rematadas con las estatuas de dos soldados con el escudo familiar. En la entrada principal hay un relieve que representa a San Agustín, y en la fachada el escudo de los Guzmanes.

Además de la fachada y las ventanas, cabe destacar otros elementos, como: el claustro, en cuyo centro hay un pozo; el patio interior que está rodeado de una galería con arcos decorada con unas vistosas vidrieras en la segunda planta, que cuenta con ventanas abaldonadas, y un balcón sobre la entrada principal

En la tercera planta destaca la galería de arcos acristalados que separan entre sí pilastras corintias.

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